Reflexiones sobre la tregua y el "proceso de paz"

Hace algunas semanas, como todos ustedes saben, la banda de asesinos, la organizacion terrorista por excelencia en España, ETA, anunciaba un alto al fuego. Una tregua, o tal vez debamos llamarla un chantaje.

Estos asesinos ofrecen el alto al fuego permanente. Pero hoy en día toda oferta tiene una contraprestación. Las contraprestaciones que exige ETA no son baladís. Exige el derecho a que el pueblo vasco (en el cual no se sabe un muy bien porque, se empeñan en incluir al pueblo navarro, el cual ya ha expresado el sentimiento de ser navarros y españoles) decida sobre su independencia. Además, acercamiento de presos vascos. Además, un chalet en torrevieja, un jacuzzi en las prisiones, un "book" de fotos y un completo juego de maletas de viaje. Pero lo mejor no es eso... lo mejor es que Zapatero dice que no habrá precio político... ¿como se llaman entonces las prerrogativas de los asesinos?


Otro aspecto importante, es el proceso de paz. ¿Cabe hablar de proceso de paz? Un proceso implica unos avances, un desarrollo. Señores asesinos: Aquí no cabe más solución que la entrega efectiva de las armas, la condena inmediata de todos los atentados y asesinatos cometidos y el paseillo triunfal hasta las carcel, que por cierto, todos los españoles aplaudiremos.

No podemos ceder al chantaje. O nos dais la independencia o seguiremos mantando. Eso se llama CHANTAJE.
No queremos ser objeto de chantaje a manos de Zapatonto. No queremos que los cientos de muertos caigan en saco roto. Compañeros de partido, miembros de los otros partidos políticos, fuerzas de seguridad del Estado... pero también, madres, padres, hijos, primos, amigos y novias. No tienen perdón estos asesinos.
Debo concluir esta reflexión porque las lagrimas derivadas de la impotencia que me produce el no volver a ver a todas estas personas por las calles de sus pueblos empiezan a aflorar.