6 de diciembre de 2006, 28 años despues del triunfo de la democracia

Hace 28 años, España se regalaba asi misma la Constitución de 1978. Norma básica, suprema, reina del ordenamiento jurídico. Marco de toda legislación, aglutinadora de los principios básicos del estado español, de sus instituciones, de sus territorios, de los derechos y deberes de sus ciudadanos, todo.

Es un punto de encuentro, recoge el sentimiento de donde venimos y hacia donde vamos. Marcó un antes y un después en la vida de todos los españoles.
La culminación de su supremacia normativa se dio con la creación del máximo garante de la interpretación, aplicación y defensa de la carta magna, el Tribunal Constitucional, regulado en la Ley orgánica del Tribunal Constitucional.

Hoy, en 2006, numerosos sectores de la sociedad española piden cambio. Creen que ha llegado el momento de arreglar lo que no esta estropeado. Los afilados procesos de reforma de estatutos autonómicos estan poniendo sobre la mesa las intenciones de estos sectores.
Sinceramente, no podemos tirar piedras contra nuestro propio tejado, no podemos dilapidar nuestro patrimonio constitucional, no podemos destruir lo que nos une para satisfacción de egos personales.

A todos los que aun creemos en el modelo constitucional de 1978, felicidades.